13/12/10

EL ADVIENTO

El Adviento es la preparación para la celebración de la Navidad. Este nacimiento no es uno cualquiera. Ya de por sí la vida se celebra y se vive como un acontecimiento alrededor del cual se reúne la familia. Pero éste es especial porque es el de quien nos salva. Es la Encarnación del Hijo de Dios. Dios que se hace hombre para que el hombre pueda hacerse como Dios. Pero ¿cómo es este Dios para que yo pueda hacerme como El?, es más ¿quiero yo parecerme a El?.

Las fiestas navideñas, son siempre mas o menos las mismas. La misma decoración, la misma comida, los regalos, etc. ¿Qué nuevo puede traer una celebración en la que se hace más o menos siempre lo mismo, y en la que parece que recordamos un acontecimiento lejano, que pasa de largo, que no toca nuestra vida, que no tiene consecuencias?.

Las fiestas cristianas tienen la particularidad de que no solo se celebran sino que se viven. Lo importante es no permanecer igual, porque se trata de que Cristo nazca de nuevo en nuestro corazón. Esta es una frase un poco ajada, ¿qué significa eso? ¿no es algo cursi decir que nazca de nuevo? ¿en mi corazón?.

Cristo nace de nuevo cada vez que un niño se bautiza, cada vez que nos arrepentimos de las malas acciones, cada vez que nos confesamos, y pedimos perdón, cada vez que luchamos por quitar un defecto y poner una virtud en nuestra vida. Cristo nace en todos los que luchan por ser mejores, más generosos, más desprendidos de sí mismos, más serviciales, más atentos a las necesidades de los más próximos. Cristo nace porque en ese momento la persona refleja en su vida, la vida de Cristo. Ese nacimiento no es algo aparte de su existencia, decir que nace en el corazón es decir que la vida misma de la persona se transforma desde lo más profundo de su ser, desde lo más vital, desde sus entrañas, significa que la forma de pensar y de actuar se van asemejando cada vez más a la de Cristo. Porque va aprendiendo a amar como Cristo, perdonando sin guardar cuentas del mal. Señor, en ¿qué quieres nacer en mi?. El Espíritu Santo es quien nos guía y nos ayuda a parecernos a Cristo, pidámosle su luz para poder ver con claridad.

La actitud del Adviento, o advenimiento, es el de vigilia, el que vigila espera, nuestra vigilia se refleja en la virtud de la Esperanza. “El Señor está ya cerca. Venid adorémosle”. Podemos decir que vivimos tres Advientos o esperas. El primero ser realizó hace dos mil años, el tercero lo esperamos todos, es la Parusía, cuando Cristo venga al finalizar el tiempo. Pero entre el pasado y el futuro está nuestro presente, ahí se realiza el segundo Adviento. Este se realiza cada día de nuestra vida. En cada acontecimiento y en cada persona podemos encontrar al Señor que viene, las circunstancias adversas no son paréntesis en nuestra vida, son momentos para encontrarnos con Cristo. Si quiero que la Navidad sea feliz, debo aprender a acogerlo cada día, en cada situación, hoy y ahora. ¿Qué significa acogerlo?. Cuando la Virgen María recibe a los pastores y reyes en ese recinto modesto que el Padre escogió para que naciera su Hijo, Ella lo presenta. La verdadera piedad mariana nos enseña a acoger a Cristo, dejarnos transformar por El y compartirlo con los más próximos. Esta es la Buena Noticia de Navidad, Cristo está con nosotros y entre nosotros, y en la Sagrada Eucaristía se queda en nosotros. El cristianismo celebra que es Dios el que busca al hombre y se hace tan accesible como un niño.

FELIZ NAVIDAD!

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