7/11/11

PARA CELEBRAR EN FAMILIA

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO


BENDICION DE LA GUIRNALDA
 (Esta bendición se hace solamente el primer dia de Adviento, ya sea en la noche del sábado o en la del domingo).

Luego el padre o la madre dice la siguiente oración.

            BENDICION

                        Bendito seas, Señor Dios nuestro, que nos concedes renovar cada año
                        el gozo de la primera venida de tu Hijo, y avivar así la esperanza de su
                        venida gloriosa.
                        Bendito seas, Señor Dios nuestro, por esta guirnalda con que representamos
                        nuestro anhelo por la venida de tu Hijo.
                        Bendito seas, Señor Dios nuestro porque eres nuestra luz y nuestra paz!

Todos dicen.   Amén.
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Se puede leer el evangelio de la misa de ese día. Al final de la lectura se puede decir esta oración.

El padre o la madre.

            Dios todopoderoso, aviva en nosotros, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, acompanados de obras de caridad y misericordia, para que merezcamos poseer el Reino de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

Todos dicen.    Amén.

Se inciende una vela color morado (puede encenderla alguno de los hijos que esté en capacidad para hacerlo) y puede permanecer encendida durante la cena.

EL SEGUNDO DOMINGO, se repite a partir de la lectura del evangelio de ese día, luego la oración y después se encienden 2 velas.

EL TERCER DOMINGO, se hace lo mismo, solo que en este caso el tema del evangelio será sobre la alegría, por lo tanto se enciende la vela de color rosado, y las otras 2 de color morado.

EL CUARTO DOMINGO, igual y se encienden las 4 velas.

Si desean encender la corona entre semana pueden buscar en un misal el evangelio de ese día y leerlo siguiendo el mismo procedimiento.

CELEBRACION FAMILIAR
DE NOCHEBUENA

Esta vez se encenderá la candela grande que se puede poner en el centro de la Corona de Adviento como signo de que el nacimiento de Cristo es la culminación de la espera que las cuatro candelas del Adviento expresaban.

El padre de familia (o el que preside)
dice:
                                   En el principio era el Verbo y el Verbo estaba
                                   con Dios, y el Verbo era Dios.

Todos responden:
                                   Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros,
                                   y hemos visto su gloria.

Se puede leer a continuación esta lectura del evangelio de Lucas 2:1-20.

         Por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue. Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. Se les presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. El ángel les dijo: “No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor, y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre:” Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo:
            “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.”
            Cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: “Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.” Fueron a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en un pesebre.

Oración final:

Dios de misericordia: hoy que nos ha nacido el Salvador para comunicarnos la vida divina, humildemente te pedimos que nos haga igualmente partícipes del don de su inmortalidad.
Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.

El hijo menor de la familia, o el designado puede poner el niño en el portal mientras se cantan algunos villancicos.

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